jueves, marzo 17, 2011

Los guardianes del Edén. Popurrit (una maravilla musical)

Popurrit



Soy como el rayo de luz que cada amanecer

Te acaricia y se eleva sediento de amor,

niña carnavalera, te llevo en la piel,

eres como un veneno de copla y pasión.



Y por guardarte en febrero,

madre salina de mis entrañas,

yo me convierto en guerrero

que se combate con la palabra.



No sé morir sin tus carnavales,

ya te imagino como el Edén,

disfrazadita de vendavales,

y se me quitan to los males,

chiquilla guapa, con tu vaivén.

 ......

Quiero verte libre al caminar,

tan poderosa como el mar,

valiente, sin miedo,

cantando

para gritar

tu verdad.



Tiene La Higuerita un corazón

que va latiendo a mi compás,

al galope

sobre notas de espuma y de coral.

Carnaval.

 .......

Andan sueltos los filibusteros,

los corsarios de domingo

con sus loros parlanchines.

Siempre a orillas de este cielo

y no encontramos escollera

para este bajel canalla

que navega adonde quiera,

viento en popa, a toda vela y...



Siempre bajo su bandera

su temida calavera

que devora tu futuro

bajo el cielo gris.

.......

Sabrás como el dolor

de amarga hiel,

a maldición,

sin carnaval.



Cuando no haya papelillos

que resoplar,

cuando no queden coplillas

para cantar

encima de un escenario

en libertaaaad

yo ya no estaré aquí

pa librarte del mal...

sin carnaval.



No habrá quien te defienda

(sin carnaval),

no romperás cadenas

(sin carnaval),

no hay dios que te comprenda

(sin carnaval)

no sanarás tus penas

sin libertaaaaad

jamás podrás volar

sin este batallón

de tu guardián

ah,ah,ah,

ah,ah,ah

….sin carnaval...

.....

Tengo una misión,

adversario, échate a temblar,

yo no he venido en son de paz.

No tendremos tanta piedad

con el que no

aprenda a ver...



uhhh, que es en esta letrilla

donde está el Edén,

en las noches de ensayo

en aquel almacén,

cantando en la cantina

hermosas coplas del ayer...



Eeeh, tú no tienes ni idea

de lo que es vivir

sin esos pasacalles

de nervio y tambor,

sin esas bambalinas

donde gané y me perdí.



La herida de muerte de Don Carnal

es tan peligrosa y febril

que no habrá quien te pueda sanar.



Ya sólo te queda la rendición,

cantar cuando sientas latir

al tres por cuatro tu corazón.

.....

Uh, uh, uh, uh, uh, uh,

uh,uh,uh,uh...



No acabó la guerra en esta ciudad,

quedan enemigos por aplastar

del puente a la Punta del Caimán... y yo

no permitiré otra derrota, por mi honor:

Gran Vía, sol a sol

me dueles más.



Corred mis arqueros y disparad

a los que no quieren que la verdad

saque su miseria a pasear, luchad.

Tenemos refuerzos, la Escuela del Carnaval:

Pequeño batallón

en libertad.



Vamos, guardianes,

hay que luchar (bis).



Vamos, guardianes,

despedíos con honor...

La batalla terminó (un Pampero, por favor).

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