martes, octubre 31, 2017

Cuando vuelvas

Todo está preparado
para tu regreso.
La cama perfumada,
el vino en la nevera,
el Fénix vigilante,
las velas pidiendo fuego,
mis labios prestos al beso.

Mi corazón está preparado
para recibirte, 
late sin parar y se suspira
por cada rincón
de este rincón
tan nuestro.

Todo está listo
para cuando vuelvas:
el brillo en mis ojos,
la verdad en mis manos,
la sonrisa perenne,
mi casa, la tuya.

También estamos listos
todos los presentes
para que nunca 
más te marches.
Para que tu regreso
sea un acontecimiento diario,
una constante bienvenida
de amor y vino
desde las alturas.

Todo está preparado,
dispuesto.




sábado, octubre 28, 2017

El secuestro



Maquino.
Imagino cada instante
del secuestro.
Te dejo resbalar
por mis párpados cerrados
y busco lo preciso
del momento.

Maquino sin parar.
Porque voy a secuestrarte
el corazón cobarde,
voy a rehogarlo 
con mi carne blanca,
voy a sacudirte las alas sucias
y a levantarte el corazón
cada mañana.

Maquino y me recreo.
Te arrastro hasta la orilla
del mar vivo
de mi playa.
Te obligo a ver el sol
adormecido,
y lames el calor
de mis mejillas,
la risa se despierta
y sopla el viento,
y vuelve a renacer
la maravilla
de verte amanecer
entre mis piernas.

Maquino tu secuestro
de besos sin secretos
y tu mano con mi mano.
Te robaré una noche.
O tal vez para siempre,
hermoso compañero
de dulces madrugadas.

Si no te quedan alas,
te las presto.
Verás como te brillan
las mañanas.



viernes, octubre 27, 2017

Cómeme



Cómeme,
no te lo pienses.
Devórame
las entrañas,
acelérame el pulso.
Toca.
Ama.
Siente.

Ciérrame los ojos
otra vez
para que tu merienda
se quede grabada
en cada surco
recorrido
por tus dedos.

Cómeme. Aposéntate.
Quédate.
Hoy. 
Mañana.
Siempre.

jueves, octubre 26, 2017

De nuestras cenizas


Como el ave Fénix
alumbramos nuestros
pasos firmes
con la luz anaranjada
de la Placeta.

Crecen los besos perfectos.
Estallan en la balconada
como flor en primavera.
Cómo quieres que te mire
si me muero por tu boca.

Yo me asomo
y me acompañas.
Y parece el último lugar
en el mundo,
un resquicio pal amor
incomparable.
Qué ganas de saltar
al vacío,
qué libertad
pa presumirte
bajo las estrellas.

Renazco de las cenizas
entre tus brazos.
Recreo el momento,
 y lo guardo aquí,
bajo mi pecho tuyo.

Qué bonita está la noche
tan de verano
en casi noviembre.

Tu perfil tan nítido.
Tu boca tan verdadera.
Mis ojos tan de tu carne.
La baranda traicionera.
Tan nuestra,
tan de más nadie.

El fénix renace con fuerza.
Y el secreto
está en el aire.
Duerme, bonito, duerme.
Vuelve, bonito, vuelve.
Que el amor
me roba el aire.

sábado, octubre 21, 2017

La ciudad vieja


Me miro pero no me encuentro.
Hoy yo no debería estar aquí.
Ni tú donde quiera que estés.

Hoy deberíamos estar cobijados
en la magia de la ciudad vieja,
deberíamos andar perdidos
por su laberinto de calles,
desconocidas por completo para mí,
como tu corazón de hielo.

Deberíamos caminar y, exhaustos,
tumbarnos en el césped
y contemplar las caprichosas formas
de las nubes en el cielo.


Luego pararíamos allí,
frente a la imponente fachada.
Y sentiría tu aliento en la nuca,
tu pecho en mi espalda,
tus manos sobre mis ojos
plenos otra vez de esperanza.

Y sembraríamos lo nuestro
en las madrugadas
del amor que empieza.
Y regresaríamos vivos,
más vivos que nunca,
poderosos,
dispuestos a armarnos de valor
y a construir
la felicidad que nos aguarda.

Pero me miro y no.
Todo fue el espejismo
de la tarde vieja,
de la ciudad sin nuestros latidos.
El silencio hoy lo invade todo.

viernes, octubre 20, 2017

La incógnita

Me pierdo.
Creí saber dónde estaba,
tenía marcado en el mapa
el lugar exacto del anclaje
 de mis pies cansados.

Sabía dónde buscarme
y cómo encontrarme. 
Ya no me daban vértigo
las noches vacías,
el eco en la casa,
mi cama sin dueño.

Así pasaba los días.
Hasta que irrumpiste
en ella,
hasta que te colaste
por cada una de mis rendijas.

Te dejé pasar.
No me arrepiento.
Es más, quise abrirte
mi pecho de par en par
para alojarte dentro.

Ahora no sé dónde estás.
Un golpe seco,
un vuelco idiota,
un malabarismo imposible,
un grito cobarde,
un pecho ansioso...

Y ya no sé dónde buscarme
ni cómo encontrarme. 
Y vuelven a darme vértigo
las noches vacías,
el eco en la casa,
mi cama sin dueño.

Dónde está tu boca.
Dónde mascullas ahora mi nombre.
Es una incógnita.


martes, octubre 17, 2017

Maktub

Está escrito.
No podemos detenerlo.
No hay resistencia posible.
De nada vale gritar,
huir hacia un rincón confortable.







No hay escapatoria.
No para este torbellino
de felicidad irremediable.

Está escrito.
Tu nombre
me pertenece.
Mis labios
-en carne viva-
te reclaman.
No hay salida
para este callejón
infestado de esperanza
y de futuro.

Imposible escapar
de la rueda de un destino
al que oponemos resistencia
sin las ganas suficientes.

Porque queremos.
Porque estaba
escrito que fuera ahora,
no antes,
no mañana.
Porque es el momento.

Maktub.


viernes, octubre 13, 2017

Mi nombre en tu boca




Mi nombre resuena en tu boca
como un capricho de palomas azules,
como el aullido erótico del viento
tras los cristales de la calle vieja.

Mi nombre revienta en tu boca
como la fruta madura,
fiesta de sudor, de piel y besos
que devora los tiempos
en que no nos tuvimos.

Mi nombre en tu boca
es un pecado,
un susurro atado a mi cuello,
anunciado suicidio
de un futuro sin norte.

Mi nombre en tu boca
se deshace:
es agua limpia,
sol de octubre,
penumbra de velas 
en la madrugada.

Mi nombre en tu boca
se muere, 
y arde en el infierno,
y luego resucita.

Caballo de batalla desbocado.
Mi nombre suena mejor en tu boca.