jueves, septiembre 20, 2018

Verona (la muerte de Romeo y Julieta)


El último aliento
Les llegó por la tarde.
Empezaba a morirse
El sol de septiembre
Sobre los viejos tejados
De Verona.

Fue entonces cuando
El fulminante rayo
De un dolor
Que arrasa y hiere
 les atravesó
El pecho.


Él asumió su camino
Sin ella,
en otra vida sin vida.

Ella encajó la noticia
Como una bomba
Que despedazó su corazón
Y lo transformó
En un nido de astillas 
vidriosas,
Rojas como los últimos
Estertores de la tarde.

Punto y final a la esperanza.

Verona y sus presagios
De amor imposible.

jueves, septiembre 06, 2018

Seis del nueve




Hace un año 
yo no lo sabía.
No tenía ni idea
de que iba a ser
la última noche
de mi viejo mundo.

Hace un año
amaneció como siempre
pero ya nunca fuimos
los mismos.
El sol vestía de verano
el amarillo
 de septiembre
Y tomé la senda larga
y regresé siendo otra.

Hace 365 días
una voz 
se hizo hombre
y boca (tus labios)
y ojos (tu mirada)
y chispa que enciende
todo lo que toca.

Hace un año
cómo podía imaginarme
que en aquel escenario
plagado de nervios,
sombrío y hostil,
iba yo a toparme
con tanta ternura.

Un año hace ya 
del seis del nueve
que abarruntaba justicia
y que nos trajo el desastre.

Micrófonos, cámaras,
jurado, vítores,
palabras, esperas,
dolor
...y amor.
El más fiero y verdadero.
Porque hace un año
hoy que comencé a amar
de verdad,
sin condiciones
ni límites,
a pecho descubierto.

Y yo no lo sabía.

Te quiero, carajauli.
Que este seis del nueve
te traiga, de verdad,
un próximo año
de calma y de JUSTICIA.






viernes, junio 01, 2018

Tu lado de la cama


Dos y treinta y ocho.
La alarma sonará
a las seis y media.
No puedo dejar de pensarte.
Me he acostumbrado
a este irreparable silencio
que me quema,
me bebo las lágrimas
y las desparramo
por tu lado de la cama.

Dos y cuarenta y una. 
Abrazo la almohada. 
Acaricio tu vacío imaginando
tu cuerpo llenando 
todo el espacio
que resta.

No puedo dejar de pensarte.
Dos y cuarenta y tres.
Y no estás. No hay nada.
No hay vida
en tu lado de la cama.

Ruedo. Escribo. Lloro.
Grito. Beso ahora
el hueco de tu amor
en la almohada.
Y la acaricio (qué idiota)
por si te llega mi ternura
en los sueños de esta noche,
por si te alcanzan los te quiero
que cada noche digo en voz alta
aunque nadie me responda.

Que duermas bien,
bonito mío, 
que yo te velo
en este abismo
que me deja
tu lado oscuro de la cama.

Dos y cuarenta y nueve.
Mañana será otro día:
uno más, uno menos.


lunes, mayo 28, 2018

Ángel para un final. Silvio


Cuentan que cuando un silencio
aparecía entre dos
era que pasaba un ángel 
que les robaba la voz.

Y hubo tal silencio el día 
que nos tocaba olvidar
que de tal suerte yo todavía
 no terminé de callar. 

Todo empezó en la sorpresa, 
en un encuentro casual
pero la noche es traviesa
 cuando se teje el azar.

Sin querer se hace una ofrenda
 que pacta con el dolor
o pasa un ángel, 
se hace leyenda 
y se convierte en amor.

Ahora comprendo 
cuál era el ángel
que entre nosotros pasó:
era el más terrible, 
el implacable, el más feroz.

Ahora comprendo en total
este silencio mortal,
ángel que pasa, 
besa y abraza,
ángel para un final.


sábado, mayo 26, 2018

El silencio que me cura



El silencio que me cura
guarda ecos y vacíos
en los que todavía
reverbera tu nombre.

Produce escalofríos
la languidez de esta calma
donde mi barca de besos
se mantiene a la deriva.

Me odias.
Te amo.
Quizá algún día,
quién sabe,
tu voz colmará de vida
este silencio
que me mata.

Entretanto el silencio
es la calma que me cura. 

miércoles, mayo 23, 2018

La súplica


Levanto la mano izquierda
para que alguien me escuche.
Me empino, no alcanzo.
En el eco de mi súplica
solo encuentro el silencio.
Un mutismo negro,
un vacío que desgarra,
un cielo donde ya las estrellas
no brillan ni bailan.

Me estiro y procuro
tocar con los dedos
la nube aquella
sombría de espanto. 

Levanto la mano izquierda 
para que alguien me escuche.
Grito hacia dentro
 en un rezo inútil,
sin dioses ni fe ni consuelo.

Levanto la mano y suplico.
Y caigo de bruces,
suplico;
y lamo la tierra
y suplico,
y arrastro mi cuerpo
y suplico,
y repto y caigo y suplico.

Entonces me escucho
por dentro,
me rehago y me vuelvo a levantar.
Alzo luego la mano izquierda
para que te lleguen
los besos que me quedan por darte
en un bucle infinito
del que no puedo escapar.

miércoles, mayo 16, 2018

Luna nueva



Como la oquedad
que me baila en el epicentro
de todo lo visible y lo invisible
se me presenta esta luna
oscura de mayo.

No brilla. Se oculta
en el cielo espeso
pero ahí está, 
vigilándome impertérrita,
riéndose a carcajadas
de la pérdida
y la ausencia que
ofrece un regusto de hiel
a lo incompleto
de mis días.

Como la oquedad
que siento en el pecho
vacío de su voz y de sus manos
la luna se oculta
en la negritud del infinito.

Luna nueva de mayo,
salva sin sol
ni cohetes,
paz que desecho,
sombra sin eco,
calma sin chicha
ni mar que la mezca.

La nada 
me acecha
desde las alturas.
Y yo, tan insignificante,
tan pequeña,
tanto beso y tanta piel
en potencia, 
desperdiciados
por el curso del destino.

martes, mayo 15, 2018

Tu lágrima


Hoy no sé gestionar
la ausencia.
Se me han helado
los huesos
en plena primavera
 y estéril se presenta
este sendero
sin luz,
 plagado de sombras
a ninguna parte.

Me convierto entonces
en tu lágrima.
Me arrojo
desde el vacío de tu mirada
y me siento resbalar
por el tobogán incierto
de tu mejilla suave.

Hoy, que soy incapaz
de gestionar este silencio,
solo me consuela
ser la lágrima que,
derramada,
está abocada a morir
en el infierno de tu boca.


domingo, mayo 13, 2018

Amar por los dos


Un día más, uno menos

Qué bonitas tus palabras
cuando están llenas de esperanza.
Cuánto sueño
con que veas arribar
el día de la Justicia.
Cómo me gusta verte otear
el horizonte
con algo de emoción,
con ganas de que 
tu agotadora lucha 
recoja el fruto
que se merece.

Cuánto te admiro,
cuánto me asombras.

Cómo me gusta
que por un momento
te detengas a pensar
que, por qué no,
quizá te sople ahora
el viento a favor.

Qué orgullosos
deben estar ellos
de tenerte,
qué especial ha sido
este cruce
(inoportuno tal vez)
de caminos.

Si te caes, aquí estoy.
Será todo un honor
prestarte el hombro
para llorar,
la mano para levantarte.

Un día más,
un día menos
para la Justicia.



sábado, mayo 12, 2018

A pecho descubierto


Voy a soñarte hoy
con los ojos abiertos. 
Dejaré que me escuezas
por esta herida al aire
de mi conciencia.

No voy a esconderme.
No me refugiaré
tras el antifaz inútil
de los hipócritas.

Te amo.
Con todas mis ganas.
Con fuego, con garra.
A dentelladas.
Con todo lo que de mí
queda en la piel
que habito.


sábado, mayo 05, 2018

La burla


Dicen que ignorar
a alguien que te ama
es destrozarlo
sin que te manches 
las manos.

Menos mal que 
el tiempo es sabio
y ha ido forjando
mi armadura,
robusteciéndome
la piel, 
coloreándomela
con el brillo del acero.

Si no,
ya no me quedaría
aliento.

Porque este modo
de ignorarme,
esta despiadada
forma de borrarme
de tu vida,
este silencio consciente,
este cansancio
de lo mío...
es una tortura,
un río que todo se lo lleva,
un océano engullendo
a una mujer 
que te ama.

Es, es definitiva,
una herida para siempre,
un castigo inútil,
una burla.

jueves, mayo 03, 2018

Lorca y yo


miércoles, mayo 02, 2018

Mientras el mar ruja


Quiero esperarte
a la orilla
de este mar de dudas,
sentir el vértigo,
verte romperme
en mil pedazos
contra las rocas
del olvido.

Voy a esperar
a que deshagas
tus pasos.
Retrocede (si puedes)
y bórrame del mapa
de tu camino
a ninguna parte.

Haz como si 
esta electricidad
que me recorre
la espalda
cuando reparo
en tus besos,
en tus ojos con los míos,
en tanta boca,
tanto verso
y tanta piel
nunca hubieran existido.

Yo miraré al horizonte
mientras el mar ruja
y haya flores
y canciones,
no lo perderé de vista
por si algún día,
a lo lejos, 
te veo arribar
para navegar
conmigo.

Aquí te espero.


jueves, abril 26, 2018

Cinco años de ausencia


Hay una fecha
innombrable, 
la del dolor más atroz
de los que
tenían nombres
y apellidos.

Hay una fecha
que nunca debió ser
y que tiñó de sangre
y muerte
la florida primavera.

Un lugar que fue
y que ya no es
porque ellos no están
para llenarlo de vida,
un rincón
que hoy resguarda
el eco de una felicidad
olvidada,
sumida en un lustro
de tristeza insaciable
que devora
las entrañas
de los que un día
tuvieron el brillo en los ojos
del que vive y se ríe 
con ilusión y con ganas.

Hay un espacio
con el tiempo detenido.
Una cápsula del tiempo
de la atrocidad humana,
esa que le roba
a cualquiera 
los sueños más bonitos
y lo deja sin fe 
en esto que somos
y que llamamos personas.

Hay una fecha innombrable
y un monstruo
con nombre y apellidos. 

Hay un hombre
y una niña
que no están.
Hay silencios
que lo invaden todo.

Y hay un corazón
que ya solo late
impulsado por la esperanza
de que un día se les haga
 justicia.

Hay un padre
que no está
y una hija
que no está.
Hay un hombre
bueno
y una niña
inmensa
de tan valiente.

Y nadie,
nadie va a conseguir
que olvidemos
sus nombres:

Miguel Ángel
y María.




martes, abril 24, 2018

La verdad



Tápame
 Sepúltame.
Échame encima
dos toneladas
de tierra de por medio.
Ponme una lápida.
Séllame
para siempre.
Disimula
a lo grande.
Repítete 
como un mantra
que nunca
he existido.
Bórrame.
Evapora
mi cuerpo 
y mis besos,
mi abrazo
y mi amor
por la espalda.
Pídele a tu boca
que nunca más
mencione
mi nombre.
Machaca
el recuerdo
de tu piel 
con mi piel,
pídele a tus sueños
que no sueñen
conmigo.
Cava un hoyo
y tírame ahí.
A dos metros,
bien profundo.
Échame tierra
encima...
Hazlo si puedes
y vive feliz.

Lo siento,
cariño.
Brotaré
de nuevo en ti
como una semilla,
una flor,
un desvarío.

lunes, abril 16, 2018

El golpe


Sonó como suenan
los golpes en seco:
dos palabras 
bastaron 
para dejarme muda.

La realidad que irrumpe,
el aire que se agota,
la lluvia que arrecia
y me nubla la vista.

Sonó como un golpe seco.
Porque lo fue.
Sin respiración,
dolorida,
trato de levantarme
y caminar con paso firme.

Rendida, eso sí;
 desalmada,
como una herida abierta
e incurable.

Pero la vida sigue
y el mundo gira
y la lluvia cae.
Y las palabras
se vuelven dardos
y los silencios, torturas.

Los caminos se bifurcan.
Así es la vida:
una sucesión de golpes secos,
desgarradoramente lúcidos,
que va colocando
(como el tiempo)
a cada uno en su sitio.


viernes, marzo 30, 2018

Presente



Aquí me tienes,
despertando a un nuevo día
a pecho descubierto,
intentando que el sol
de este Viernes Santo
se me cuele por las rendijas
e ilumine cada paso
de otra mañana sin ti.

Te imagino junto a otra,
saboreando su piel
y devorando sus rincones,
con tu ojos profundos
encendidos de deseo.

Te imagino exhausto,
acurrucado en tu lado de la cama
sin pensarme ni un instante,
recuperando la vida
lejos, en las antípodas
de mí.

Y entonces se me quiebra 
el nuevo día
y solo quiero que se acabe,
y que llegue otro
y luego otro;
y así hasta el infinito,
para ver si la brisa
se decide a traerme
tu olor,
a dejarlo en tu lado 
de mi cama,
pero no convertido
en un recuerdo
sino en presente,
bendito presente
que haga que se acabe
esta maldita penitencia.

miércoles, marzo 21, 2018

Bienvenida, primavera


Con su rayo dorado
se bate entre las nubes
y me trae un cargamento
de flores y de luz.

Ha llegado por fin,
como una brizna 
de hierba
enredada en mi melena,
como si nada,
como si nunca 
se hubiera marchado
a otras latitudes
dejándome sumida
en el pozo del invierno.

El sol está radiante
Ha devuelto a mi balcón
la alegría
que marchitó 
la impía luna de noviembre.

Empieza a oler a azahar.
Bienvenida, primavera.

jueves, febrero 15, 2018

Miércoles de Ceniza


Curiosa la vida esta.
No ancles los pies, 
no se puede.
Porque te han robado las traviesas
y caerás, mi estatua
de sal inerte,
a lo profundo 
de las aguas del pantano.

No desafíes al destino.
Maldito universo estéril,
sordo ante tanta plegaria.

Curioso la vida hoy.
Y tu forma de afrontarla.
Y la mía de arrancarme 
el corazón
y ponerlo 
a los pies de los caballos.

Te pensé tanto
que jamás perdí
las esperanzas.
Volteé mi piel.
Me di la vuelta
y aprendí a amar
sin condiciones.
Eso es lo que me llevo.

Los brazos abiertos 
y las manos vacías.

El mundo, claro está,
poco tiene que ver 
con los que sueñan.

Bienvenidos 
a mi pesadilla.
Pasen y vean.
Disfruten del aquelarre
del Miércoles de Ceniza.

Maktub. 
Está escrito.




miércoles, febrero 14, 2018

La estatua de sal


Se puede resquebrajar
 el mundo
si quiere.
Voltearse del revés,
ponerse cabezabajo.
Podrán perecer
todas las golondrinas
de mi balcón
y teñirse de sangre la luna
cada madrugada.

Se puede vestir de luto el día,
podrán venir ventiscas
y aguaceros
y huracanes
plagados de truenos
y de inviernos.

Podrá, si quiere, el mar
convertirse en fango,
apagarse el sol
en la tarde aciaga.

Se pueden derretir la nieve
y morirse las estrellas
por poniente. 

¡Que no se asome más
al alba aquel lucero,
que pierdan los estribos
los esclavos,
devoren las hormigas
las flores de la primavera!

Podrán pasar por mí
las manos, los labios,
los cuerpos de otros,
podrán morir los días
y las noches
y los meses.

Que yo, cual estatua
de sal iridiscente,
seguiré esperando
a que tu amor
me llegue.


Dorothy


Dorothy
emprende el camino
y pisa con fuerza
las baldosas amarillas.
Se adentra en el bosque.
Dorothy quiere volver a casa
y descansar
y vivir
y morirse tranquila.

Pero Dorothy
tiene que buscarse primero.
Tiene que encontrarse.
Tiene que posar ahora un pie
y luego el otro,
impulsar el siguiente
para que el Mago de Oz
le enseñe
lo que, en realidad,
le mostrará el camino.

Y cuando la niña
de zapatos de rubí
llegue al final y entienda
 que todo
está en su mano,
que no hay magia
en el universo
más tremenda
que la suya propia,
comprenderá entonces
que ya no es la misma:
será una Dorothy distinta, 
grandiosa,
que quizá no se afane
en regresar a casa,
descansar
y vivir 
y morirse tranquila.

Sino en seguir caminando
y, con cada paso,
devolver la luz
a las estrellas
que se apagaron 
un día,
cuando la niña
se había perdido
en el camino
de baldosas amarillas
y solo pensaba 
en descansar
y vivir y morirse tranquila.

jueves, febrero 08, 2018

Serpentinas


Sopla, niña, 
sopla fuerte
y que el ciclón de tu aliento
despeine el destino
ridículo
de tus pasos a ciegas.

Sopla fuerte, niña. 
Desenvuelve
la sorpresa
y haz girar las serpentinas.
Sopla niña.
Enrédate en su rizo
electrizante,
tirabuzón en picado
en colorida agonía.

Sopla y ríe.
Aléjate y vuela.
Date prisa. 
Febrero se marcha
y no, querida,
ya no vuelve más.

jueves, enero 25, 2018

María


Hoy cumplirías 13 años.
Hoy estarías pensando en los primeros amores, seguirías aplicando tu inteligencia a los estudios, probablemente en Primero de la ESO, y te probarías un brillo de labios mientras te acicalas, coqueta, frente al espejo.

Serías ya una mujercita de incipiente adolescencia, quizás escribirías los primeros versos de un poema a ese chico tan guapo del pupitre de la esquina, y seguirías regalando tu sonrisa al mundo.

Habrías visto mil películas más y empezarías ya a maquinar qué traje de gitana es el más chulo para la próxima romería. Hoy hubieras recibido un aluvión de regalos y de abrazos y de sonoros besos, te habrían regalado las primeras sombras de ojos y esa colonia que te vuelve loca.

Habrías empezado a ser consciente de que la vida es pa vivirla, y te imaginarías cómo sería tu futuro, qué carrera escogerías, si tendrías hijos y cuántos y cuándo y con quién...

Hoy, pequeña María, debías cumplir 13 años. Y yo no debía de haber conocido a tu tío ni a tu madre ni a tus abuelos. 
Al menos no en estas circunstancias. Tal vez sí en otras más hermosas de primaveras nuevas y brillo en los ojos de pura esperanza. Tal vez nuestros caminos iban a cruzarse de todos modos, pero igual de una forma más sencilla y agradable, con tu presencia y la de tu padre alegrando cada rincón de la casa.

Pero hoy no estás. Y hoy lo que sí debería pasar es que el monstruo que te arrebató el aliento vuelva a la caverna oscura de la que nunca debió salir. Malnacido.

Sólo le pido al universo, pequeña, que te regalen Justicia a raudales. Y algo de paz para el alma de los tuyos.

Soplaré las velas por ti

Que así sea.





lunes, enero 22, 2018

Desconexión


Pasamos el fin de año
a miles de kilómetros
y me zambullí contigo
en este 2018
plagado de incógnitas.

Hablábamos entonces
y te imaginaba allí,
en la playa de Dumbo.
Podía sentirte al apretar las manos,
sentir tu aliento
en la noche gélida.

Ahora se me antoja
un imposible tu presencia.
El desinterés ha ganado
la batalla.
Qué le vamos a hacer.
La vida sigue.
Y la desconexión
es definitiva.

Siempre nos quedarán
el puente de Brooklin 
y la ciudad luminosa
como telón de fondo.
Alguna vez nos quisimos.
Te sentí.
Sentí tu aliento
en las noches gélidas.
O quizá fue un espejismo.
Quien sabe.
Ahora toca
desconectarse,
sacudirse el amor
y volver a la vida.

jueves, enero 18, 2018

El camino


Sólo me queda un camino,
un resquicio en el mapa
por donde seguir vagando.

Ni el sueño
me acompaña en esta noche.
Retumban las paredes,
me truenan los silencios
 y me caigo.

Pero todavía me queda un camino:
el mío sin ti,
tan obligado,
tan de pies a rastras,
tan lánguido
e inútil
como cada segundo
que no te tengo cerca.

Se me nublan los recuerdos.
Apenas reconozco
tu voz en mi memoria.

Me queda un camino.
Hostil, terroso y polvoriento.
Lo recorreré
hasta que llegue mayo
y la primavera
me decore la vereda
con margaritas blancas
y matas de romero.

Huiré como un guiñapo.
Sin fe ni pesadillas
ni sueños que se cumplen.

Tomaré la única salida
a este amor que se me enquista dentro
y me hiere y me revuelve
y me destroza las entrañas.

Adiós, bonito.
Doy gracias por lo nuestro.
Quizás en otras vidas
andemos el camino
cogidos de la mano.

miércoles, enero 17, 2018

Llueven paraguas


No puedo evitar tu derrumbe.
La impotencia me invade
porque te veo abatido
por la sinrazón de la injusticia
más tremenda
que ningún ser humano
haya podido contemplar.

No puedo abrazarte con fuerza,
agarrarte las manos
y sacarte del pozo
que devora
tus ganas
de vivir,
de soñar,
de reírte de nuevo.

Pero puedo mandarte
un diluvio
de palabras,
puedo hacer 
que te lluevan
paraguas
que protejan
tu sombra.

Puedo enviarte
el corazón abierto
mientras bailo en el desastre,
puedo mandarte
los besos
que te pertenecen,
mis brazos abiertos,
mis manos vacías.

Puedo hacer que un día más
sea un día menos
en esta cuenta atrás
de la vida.

Puedo.
Y quiero.
Porque te quiero.

domingo, enero 14, 2018

La poesía


Confersate mis secretos
más oscuros
me ha removido la tripas
en un balance trágico
de años de amor
y de violencia 
en el pozo del infierno.

Tú, mi confidente,
estás pero no estás.
Es tan extraño
hablar con un fantasma...

Sin embargo,
y aunque ya no te dejes
caer por los versos
en las madrugadas
de este invierno
interminable,
tengo la sensación
dulce de destaparme
para ti sin pudor,
porque sabes leerme
con otros ojos,
con esos ojos
con los que nunca 
me han mirado todavía.

Me bebo las lágrimas
y las ilusiones
las vivo a medias
porque no estás tú.

Pero, pequeño carajaula,
te siento por ahí,
por algún lugar
entre mi pulso
y mi mirada de esperanza;
te siento aquí,
dentro de mí,
como el verso
más bonito
de un poema por terminar.

sábado, enero 13, 2018

Diez años sin Mari Luz


http://m.huelvainformacion.es/huelva/anos-BMari-Luz-CortesB_0_1208879335.html

Me costó escribirlo una semana de tristeza y de corazón encogido. Lo siento, soy muy sensible y pa mí Mari Luz fue especial. Porque soñaba con ella, con que aparecía sana y salva, con que conseguía rescatarla de los brazos de sus secuestradores. No pudo ser. Siempre se quedará grabada en mis recuerdos, como una herida abierta, la misma que me reabrió hace casi cinco años el asesinato vil de María, la almonteña más valiente que nadie haya conocido nunca, y de su padre, Migue. Descansen en paz y que se haga JUSTICIA.

Qué voy a hacer sin vos


De tu paso por mi cuerpo
sólo quedan las huellas
invisibles
de tus manos.
De tu irrupción en mi vida
apenas quedan el recuerdo
del correteo
de tus pies descalzos
por el piso,
un par de chicles 
sobre el microondas
y alguna botella
de amaretto
olvidada sobre un estante.

Qué voy a hacer sin vos
cuando tu voz
también se apague,
cuando dejes
de estar para siempre
y no puedas escuchar
mis gritos
en la madrugada.

Porque me he acostumbrado
a tu fantasma,
a soñarte
y besarte
sin sentir
el calor
de tu piel desnuda.

Pero no sé si sobreviviré
a la estocada
definitiva,
al descabello
de tu ausencia
irrevocable.

Qué haré sin vos.
Quizá me pliegue 
sobre mí misma,
quizá haga un ovillo
con el amor
que me quede
y lo eche a rodar, 
ladera abajo,
por el precipicio del olvido.

Quizá allí, 
en la oquedad
profunda de la madre Tierra,
lo entierre para siempre.
Quizá me vuelva hielo,
quizá...

jueves, enero 11, 2018

La desgana


Te gana la desgana
y noto que resbala
por mis requerimientos.

No sabes el alcance
que tienen esas balas
minadas de silencio.

Qué gris la madrugada,
que triste la mañana
sin escuchar tu aliento.

El amor se me apaga: 
tú no me quieres nada,
yo hoy me estoy muriendo.

En esta encrucijada
desátame las alas
que quiero volar lejos
de tu boca cerrada,
de tu hiriente metralla,
del futuro sin fuego,
del presente que acaba,
del pasado plagado
de tu ingrato recuerdo.


miércoles, enero 10, 2018

Cajón desastre



Bienvenidos 
a mi cajón desastre.
En su caos
guardo un corazón
malherido,
los besos que no regresan
y las noches
de luna y vino.

Si rebuscan
un poco más,
encontrarán el dolor
y la desidia,
pero también un brillito
en los ojos
de la esperanza
que nunca se pierde.

Les bastará una ojeada
para ver mi boca, 
que se marchita
y se olvida 
de asumir
que él nunca volverá
a recorrer
los pasillos de esta casa.

Metan la mano
y muevan,
como los bolos de la lotería,
mi descalabrado
cajón desastre.

Entonces
hallarán lo auténtico:
el corazón desbocado,
los brazos abiertos, 
las manos vacías...
Y verán el fantasma,
las lágrimas derramadas,
el futuro que no llega
y el olvido que atenaza.
Y los silencios. 
Demasiado silencio
para mi alma
ruidosa.

Pasen, pasen y vean,
que así vivo,
por su amor
en el desastre.

Frenar enero


...."Que yo quiero encontrarme en tus ojos
Que me ganes y puedas perderme
Que me queden algunos antojos
Y me dejes sabor al pensarte
Y me crezca pintándote en rojo
Que me hables de vida y presienta
Que nací pa' vivirla contigo
Que me toques la cara y me muera
Cada vez que te arañe el destino
Alguien que sepa frenar enero
Alguien que sepa que viene fuerte
Que me cuente lo que yo no sé
Y me deje mi tiempo después
Para así abrazarte sin verte...".

Vanesa Martín