jueves, febrero 15, 2018

Miércoles de Ceniza


Curiosa la vida esta.
No ancles los pies, 
no se puede.
Porque te han robado las traviesas
y caerás, mi estatua
de sal inerte,
a lo profundo 
de las aguas del pantano.

No desafíes al destino.
Maldito universo estéril,
sordo ante tanta plegaria.

Curioso la vida hoy.
Y tu forma de afrontarla.
Y la mía de arrancarme 
el corazón
y ponerlo 
a los pies de los caballos.

Te pensé tanto
que jamás perdí
las esperanzas.
Volteé mi piel.
Me di la vuelta
y aprendí a amar
sin condiciones.
Eso es lo que me llevo.

Los brazos abiertos 
y las manos vacías.

El mundo, claro está,
poco tiene que ver 
con los que sueñan.

Bienvenidos 
a mi pesadilla.
Pasen y vean.
Disfruten del aquelarre
del Miércoles de Ceniza.

Maktub. 
Está escrito.




miércoles, febrero 14, 2018

La estatua de sal


Se puede resquebrajar
 el mundo
si quiere.
Voltearse del revés,
ponerse cabezabajo.
Podrán perecer
todas las golondrinas
de mi balcón
y teñirse de sangre la luna
cada madrugada.

Se puede vestir de luto el día,
podrán venir ventiscas
y aguaceros
y huracanes
plagados de truenos
y de inviernos.

Podrá, si quiere, el mar
convertirse en fango,
apagarse el sol
en la tarde aciaga.

Se pueden derretir la nieve
y morirse las estrellas
por poniente. 

¡Que no se asome más
al alba aquel lucero,
que pierdan los estribos
los esclavos,
devoren las hormigas
las flores de la primavera!

Podrán pasar por mí
las manos, los labios,
los cuerpos de otros,
podrán morir los días
y las noches
y los meses.

Que yo, cual estatua
de sal iridiscente,
seguiré esperando
a que tu amor
me llegue.


Dorothy


Dorothy
emprende el camino
y pisa con fuerza
las baldosas amarillas.
Se adentra en el bosque.
Dorothy quiere volver a casa
y descansar
y vivir
y morirse tranquila.

Pero Dorothy
tiene que buscarse primero.
Tiene que encontrarse.
Tiene que posar ahora un pie
y luego el otro,
impulsar el siguiente
para que el Mago de Oz
le enseñe
lo que, en realidad,
le mostrará el camino.

Y cuando la niña
de zapatos de rubí
llegue al final y entienda
 que todo
está en su mano,
que no hay magia
en el universo
más tremenda
que la suya propia,
comprenderá entonces
que ya no es la misma:
será una Dorothy distinta, 
grandiosa,
que quizá no se afane
en regresar a casa,
descansar
y vivir 
y morirse tranquila.

Sino en seguir caminando
y, con cada paso,
devolver la luz
a las estrellas
que se apagaron 
un día,
cuando la niña
se había perdido
en el camino
de baldosas amarillas
y solo pensaba 
en descansar
y vivir y morirse tranquila.

jueves, febrero 08, 2018

Serpentinas


Sopla, niña, 
sopla fuerte
y que el ciclón de tu aliento
despeine el destino
ridículo
de tus pasos a ciegas.

Sopla fuerte, niña. 
Desenvuelve
la sorpresa
y haz girar las serpentinas.
Sopla niña.
Enrédate en su rizo
electrizante,
tirabuzón en picado
en colorida agonía.

Sopla y ríe.
Aléjate y vuela.
Date prisa. 
Febrero se marcha
y no, querida,
ya no vuelve más.