Ya me olía a mar en mis mañanas y a puestas de sol adormecidas... Era difícil, no imposible. Pero el sueño se esfumó tal y como se vino a mi vida, como las olas del mar al estrellarse en la orilla. Fue bonito mientras duró y también fue duro. Pero los sueños, sueños son.
1 comentario:
Qué placer tenerte de vuelta!!ya me empezaba a cansar de ver el mismo post invariable durante tanto tiempo..siento si lo has pasado mal..un abrazo
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