Callada en la cándida tarde de junio
veo pasar las horas delante de mí
en torbellino ilógico
de pérdida irremediable.
El vértigo.
No cabe aquí lugar para la poesía.
No cabe en mí lugar para su inspiración.
Soy transparente
sobre el papel tintado del diario.
Me dejo la piel
mientras otros se beben
a sorbos mi vida,
lo poco que me queda de talento,
mi tesoro.
Os doy lo poco que tengo
en estas líneas sinceras.
No queda tiempo, no.
No (al menos hoy) para la poesía.
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2 comentarios:
A mí siempre me encantó tu poseía... Un besazo wapa
Hola wapa!! Me daba en la nariz que tú y tu guitarra se dejaban llevar a veces por las musas de la poesía,...
Genial, me ha encantao!!!
Un besito enorme!!!
Carmen
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