Días como hoy no los quiero en mi vida. Debo relegarlos al olvido para poder seguir. Los astros han confabulado contra mí para no dejarme respirar tranquila. Pero todo pasa y mañana será otro día.
Algo se ha roto.
¡Basta de lágrimas!
Mis párpados ruegan clemencia
y yo..., yo quiero gritar
y no puedo,
quiero seguir y me caigo,
debo sonreir pero duele.
Algo se ha roto.
Tal vez sea mi corazón
(en mil pedazos)
o tu manera aquella de mirarme.
Sólo sé que oí un ruido estrepitoso
y no quiero mirar aún
por si fue tu amor
que tropezó con el olvido.
Algo se ha roto.
Este veneno
ya lo conozco.
Y no sé ahora dónde puse
el remedio que una noche
fría me regaló la luna.
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