martes, mayo 29, 2007

Llorar y reír al mismo tiempo

Retomando un post del chico de la chaqueta azul titulado 'Hablar y llorar al mismo tiempo' voy a contaros algo que me sucedió anoche. ¿Se puede llorar y reír al mismo tiempo? Y no hablo precisamente de llorar de alegría ni de ir soltando lagrimillas por ahí, alegremente. No. Hablo de sentimientos, de sentir un dolor profundo en el alma y no poder dejar de reír y reír a carcajadas mientras lagrimones como puños resbalan por tus mejillas y te van dejando un delicioso sabor salado en la boca.

Bueno, empiezo por el principio. Ayer fue un día extraño. La resaca electoral nos dejó a todos mal cuerpo, un cansacio tremendo difícilmente descriptible para el que no trabajara el domingo en el periódico, con los nervios en la barriga durante el avance del escrutinio (parecía una final de OT o Gran Hermano, pero a lo bestia; 72 pueblos en Huelva, 72 finales) y la salida del trabajo a las tres de la madrugada. Nunca olvidaré mi titular: "Vuelco electoral en Isla Cristina", ni la triste voz de Paco Zamudio (que fuera alcalde andalucista de mi pueblo con mayoría absoluta en 2003 y durante 12 años) y la rimbombante alegría de María Luisa Faneca (nueva alcaldesa del PSOE, con mayoría absoluta también ella).

Y el hambre de después. No sé si lograréis imaginarnos a Josué, Inma Gallego, Rosa Font, Dona y Ana Vives buscando como locos a esas horas un lugar en el que comer. Todo cerrado señores. Domingo de Pentecostés y 27-M, demasiado para el cuerpo. Cenamos por fin en una gasolinera, en la que su "gasolinero" tuvo a bien calentarnos y puñado de bocatas de lomo embuchado, lomo y bacon, pasarnos unas cervezas fresquitas y permitirnos fumar en plena estación de servicio. No faltó ni la Policía a tan señalada cita. Claro, los hombres vieron allí demasiado movimiento para las horas que eran y se acercaron a echar un vistazo. (De izquierda a derecha, yo con los fritos, Rosa, Ana, Inma oculta y Dona. Josué hizo la foto)






En fin. Que ayer, día de resacón y análisis postelectorales, llegamos a casa con ganas de ver una película. Haciendo un zapping nos topamos con '¿Conoces a Joe Black?'. La habéis visto? Me parece maravillosa, pero es tan tan tan triste... Le advertí a Josué que al final de la peli lloraría. Me ha pasado ya en varias ocasiones, pero parece que el ser humano es masoquista.

Y efectivamente, lloré. Como una Magdalena. Era para verme. Pero es que siempre me ha obsesionado el tema: la muerte. No quiero desvelar más detalles para aquéllos que no la hayáis visto. En fin, al grano. Que lloré y lloré a moco tendido hasta el punto de contagiar a Josué. Entonces nos miramos y empezamos a reírnos a carcajadas, pero sin dejar de llorar. Extraña sensación. No la había experimentado antes, por eso os cuento esto. Nos reíamos porque nos sentíamos ridículos, creo. O tal vez no. Os lanzo una pregunta: ¿alguna vez habéis llorado y reído al mismo tiempo?

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Recuerdo esa peli porque me impresionó mucho la escena del coche o del autobús, no recuerdo bien, tú sabrás a cuál me refiero..como no me la esperaba me dejó helado y cambió por completo la visión de la peli..y claro que se puede llorar y reír al mismo tiempo, al menos yo lo hago a menudo..besitos

Patriice dijo...

Pues me uno al club de a los que le gusta la película... también el tema de la muerte me interesa desde siempre y me gusta mucho la posibilidad de que la muerte pudiera resultar tan humana, quiero decir, sentir curiosidad por la vida de los vivos,etc. Lo único que me choca es la prota tan ñoña y la historia de amor que hace que al final quede más como una comedia romántica que como cualquier otra cosa. Cine y muerte, no tengo dudas: EL CUERVO.
Respecto a lo de reír y llorar al mismo tiempo, me gustaría decir otra cosa, pero creo que no, nunca he vivido algo por el estilo, ya que llorar de risa no cuenta.
Si te gusta llorar con las pelis (a mí me encanta) te recomiendo Cinema Paradiso, no sé si la has visto ya... pero es espectacular. Creo que es una de las películas con las que más he llorado, además de con Mi Chica I. BESOS.

Anónimo dijo...

Si, y creo q muchas veces(ahora recuerdo dos). Exactamente con ese sentimiento de angustia que cuentas al principio, en compañía de más personas también contagiadas por mí, y riéndonos de nosotras mismas. El motivo era una despedida, el no volver a ver a varias personas con las que compartimos experiencias y días intensos...
Para mí, una pelicula para llorar: El Viaje de Carol (española, pero nada que ver con la típica película española, me sorprendió mucho)

Anónimo dijo...

¡¡Sí, sí!! A mí me ha pasao con una peli de Kevin Smith que se llama 'Jersey Girl'. Es mala de cojones, pero tiene ese aroma de telefilme de Estrenos TV que te toca la friba sensible: prota que pierde a la mujer de su vida en un accidente y tiene que sacar solo a su hija adelante... Tremendo. Creo acabé riendo porque, cada vez que venía Laura al salón, me encontraba llorando y ponía cara de incredulidad. Lo mejor es que luego la vio ella, el mismo día, yo me senté a leer y... Sí, amigas mías, volví a caer. Lloré más que en la primera sesión. Cuando la veáis, lo entenderéis. UN BESAZO DE NÚÑEZ BARRAL.

Anónimo dijo...

¡Si! Pero no con una película sino con algo mas personal, cuando vi una foto de mi antiguo amor con su nuevo romance... Fue algo indescriptible, comencé a reírme como una psicópata y luego me dieron ganas de llorar pero paso poco tiempo para que me volviera a reír.

Anónimo dijo...

Si... puedo llorar y reír al mismo tiempo desde que tengo memoria. Recuerdo que un día estando en el parque en el columpio y me caí de cabeza y empecé a llorar y vinieron mi hermano y algunos de sus amigos y empezaron a decir/hacer tonterías. Y yo comencé a reirme pero sin dejar de llorar. Era extraño por qué lloraba porque me dolía el golpe pero me reía porque me hacía gracia y todos empezaron a reírse porque no entendían como podía estar llorando y riendo a la vez. Y desde entonces me pasa... creo que tenía unos 6 años y ya han pasado más de 10 años y aun sigo "lloriendo". Nombre inventado por mi con 6 años siempre que me pasaba (y aun lo continuo haciendo) decía que yo podía lloreir y que para mi era lo más normal del mundo lloreir.;-)

Anónimo dijo...

Aclaro lloraba de dolor y reía no por la situación si no porque me hicieron gracia lo que decian/hacian y comencé a reirme sin dejar de llorar. Lloraba porque me dolía y me reía porque me estaban divirtiendo. Estaba "triste" y contenta a la vez. Estaba lloriendo

Anónimo dijo...

Un día mi mamá me regañó feo, me peguó y me llamó inútil, y yo que soy la sensibilidad personificada, lloré sin control, pero me imaginé a mi mamá como un monstruo, visión que me hizo reír, y darme cuenta de lo exagerada que era, cosa que también me hizo reír; realmente que se siente mal pero bien a la vez, es deprimente pero desestresante; es hermoso.