viernes, marzo 30, 2018

Presente



Aquí me tienes,
despertando a un nuevo día
a pecho descubierto,
intentando que el sol
de este Viernes Santo
se me cuele por las rendijas
e ilumine cada paso
de otra mañana sin ti.

Te imagino junto a otra,
saboreando su piel
y devorando sus rincones,
con tu ojos profundos
encendidos de deseo.

Te imagino exhausto,
acurrucado en tu lado de la cama
sin pensarme ni un instante,
recuperando la vida
lejos, en las antípodas
de mí.

Y entonces se me quiebra 
el nuevo día
y solo quiero que se acabe,
y que llegue otro
y luego otro;
y así hasta el infinito,
para ver si la brisa
se decide a traerme
tu olor,
a dejarlo en tu lado 
de mi cama,
pero no convertido
en un recuerdo
sino en presente,
bendito presente
que haga que se acabe
esta maldita penitencia.

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