jueves, marzo 05, 2009

El eco


Esta noche vigilo de cerca

la lista de amores perdidos,

lo que pudo ser y no fue,

lo que no volveré a repetir,

lo imposible,

las mañanas marchitas

sobre un trozo de papel cualquiera.



Esta noche los sueños

se han ido a paseo,

más lejos de mí

de lo que imaginaba,

atrangantados

en pétalos que

fenecen sobre

el suelo helado del salón

y labios que saben a despedida.



Esta noche no sé

si soy más fuerte

o más frágil que nunca,

vulnerable

a la vez que instigadora,

aplacada a menudo

por el vértigo

que me tienta

al vacío.



Esta noche

no es tuya;

esta noche los sueños

se quiebran

como el vidrio

podrido en que

ocultaba mi corazón

y tus besos.



Y no espero,

tiemblo sin más,

con los ojos bien abiertos

por si se te ocurre

manchar

mi destino

con tu zarpazo cruel

de silencio.

No hay comentarios: