Quiero esperarte
a la orilla
de este mar de dudas,
sentir el vértigo,
verte romperme
en mil pedazos
contra las rocas
del olvido.
Voy a esperar
a que deshagas
tus pasos.
Retrocede (si puedes)
y bórrame del mapa
de tu camino
a ninguna parte.
Haz como si
esta electricidad
que me recorre
la espalda
cuando reparo
en tus besos,
en tus ojos con los míos,
en tanta boca,
tanto verso
y tanta piel
nunca hubieran existido.
Yo miraré al horizonte
mientras el mar ruja
y haya flores
y canciones,
no lo perderé de vista
por si algún día,
a lo lejos,
te veo arribar
para navegar
conmigo.
Aquí te espero.
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