martes, mayo 15, 2018

Tu lágrima


Hoy no sé gestionar
la ausencia.
Se me han helado
los huesos
en plena primavera
 y estéril se presenta
este sendero
sin luz,
 plagado de sombras
a ninguna parte.

Me convierto entonces
en tu lágrima.
Me arrojo
desde el vacío de tu mirada
y me siento resbalar
por el tobogán incierto
de tu mejilla suave.

Hoy, que soy incapaz
de gestionar este silencio,
solo me consuela
ser la lágrima que,
derramada,
está abocada a morir
en el infierno de tu boca.


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