jueves, enero 18, 2018

El camino


Sólo me queda un camino,
un resquicio en el mapa
por donde seguir vagando.

Ni el sueño
me acompaña en esta noche.
Retumban las paredes,
me truenan los silencios
 y me caigo.

Pero todavía me queda un camino:
el mío sin ti,
tan obligado,
tan de pies a rastras,
tan lánguido
e inútil
como cada segundo
que no te tengo cerca.

Se me nublan los recuerdos.
Apenas reconozco
tu voz en mi memoria.

Me queda un camino.
Hostil, terroso y polvoriento.
Lo recorreré
hasta que llegue mayo
y la primavera
me decore la vereda
con margaritas blancas
y matas de romero.

Huiré como un guiñapo.
Sin fe ni pesadillas
ni sueños que se cumplen.

Tomaré la única salida
a este amor que se me enquista dentro
y me hiere y me revuelve
y me destroza las entrañas.

Adiós, bonito.
Doy gracias por lo nuestro.
Quizás en otras vidas
andemos el camino
cogidos de la mano.

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