martes, enero 02, 2018

La compañía


Catorce bajo cero.
Noche cerrada
bajo el puente
de Brooklin.
Expira un año
extraño,
de adioses definitivos
y de inesperados
encuentros,
un año plagado 
de besos e injusticias
a partes iguales.

Catorce bajo cero
en la playa de Dumbo.
La cuenta atrás
comienza.
Me la relatas
como un mal presagio.
O como el más excelente
de ellos.
Quién sabrá
qué nos depara
el camino
infestado de señales.

Te siento allí.
Se me congelan los dedos
y no puedo parar de leerte.
Seis mil kilómetros
separan tu mano
de mi mano
y noto tu calor,
tu amor extraño.

Tic tac.
Restamos minutos
al 2017 neoyorkino
y volvemos
(por segunda vez
en seis horas) 
a felicitarnos
el año que llega.
Qué mejor verso
para la bienvenida.

No hubo fuegos de artificio
y la carne helada
me importó un bledo
porque allí,
en aquel preciso momento,
en aquel precioso lugar,
sentí más que nunca
la irremediable felicidad
de tu compañía.



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