El aire que separa
tu boca de la mía
es invisible pero denso.
Se acorta sólo cuando
susurras mi nombre
en la distancia
y terminas por darle
sentido a la vida.
Te busco en el fondo
de la copa de vino.
Te encuentro en su cuerpo,
a tus besos me sabe;
me baila el infierno
por las paredes de vidrio,
revuelve tu ausencia
esperando a que vuelvas.
El brindis al aire
viaja a tu cama.
Me tumbo a tu vera.
Te abrazo. Me quieres.
Te quiero a mi lado.
Te quiero, moreno.
Hagamos camino.
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