martes, noviembre 28, 2017

Espera


Espera. 
No te marches aún
de mi vereda.
Espera un poco
que no es fácil
asumir tu singladura
a la deriva.

Espera, corazón,
que no estoy preparada
pa que suba la marea.
No soy la roca sólida
que aguantará
el envite
sin tregua del rompeolas.
No soy el alga frágil
que dejará
su cuerpo
a merced 
del mar de leva.

Espera.
No te vayas.
Que no sobreviviré
al naufragio
de tu partida.


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