lunes, diciembre 18, 2017

La retirada


Me marcho.
Es hora de batirse
en retirada.

Me arrojé
de bruces
al vacío
y me he hecho daño.

Tengo los huesos
doloridos
y el amor propio
hecho jirones.

Me rindo.
No he podido
hacer más...
el ridículo.
Espantoso
ridículo.

Me he exprimido
y me he metido por tus ojos.
Te he ofrecido
todo lo que soy.
No lo quieres. 
Lo asumo.
La vida es así
de puta y traicionera.

Pero ahora sí. 
Me bato en retirada.

Procuraré atarme
a las muñecas
aquella bandada
de pájaros azules
de tu pecho nuevo.
También alguna golondrina
de las que jamás
se posarán 
en el balcón
de La Placeta.
Y volaré,
volaré lejos
de esta tierra de nadie
que no volverás
a pisar más nunca.

Te quiero.
Un beso.
Hasta siempre.

No hay comentarios: