domingo, diciembre 24, 2017

Nochebuena


Las luces navideñas
no han vuelto a tener
un brillo igual
desde que os arrebataron
de nuestra vida.

Imposible rellenar
el espacio que ocupábais
en el sofá
por más incorporaciones
que haya en la familia.

Nada sabe igual.
Nada.
Más nunca.

Imagino a veces
un nuevo abrazo,
los besos que nos debemos
de estos años
de ausencia.

Y os canto.
Os canto con la voz dolorida
y con el corazón roto.
Porque os gustaba
que lo hiciera.
Y os vuelvo a cantar
con desgarro
por si os llega,
en vuestra memoria,
doloroso homenaje.

La nochebuena
ya nunca será igual.
Ni tan buena
ni tan noche.

Nada sabe igual.
Nada.
Más nunca. 
Os echo de menos...


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